Una escuela del saber común intergeneracional, permanente y circulante para la custodia del territorio en un rural vivo
El sábado 22 de abril, una representación activa del tejido asociativo de la comarca nos reunimos en la Biblioteca Eduardo Pérez de la Fanosa de Busto con la Asociación vecinal como anfitriona. Este colectivo ha formado parte del grupo motor organizador de la decimosexta edición de este espacio de encuentros de asociaciones del Noroccidente de Asturias. Lo acompañábamos en la organización, Mujeres de Serantes, Rehabitarte, El Atelier de Aladín y el Centro de Voluntariado y Participación Social de la Fundación Edes.
La Red de Asociaciones de Otroccidente se reunió en esta ocasión en Busto con el objetivo de trabajar en el mandato de la última asamblea de la Red celebrada en Vegadeo el 5 de noviembre de 2022. En los últimos tres encuentros celebrados de manera semestral, se venían abordando temas como la sostenibilidad y la emergencia climática y se han explorado y visibilizado alternativas de desarrollo alineadas con los objetivos de la Agenda 2030 centradas en la soberanía alimentaria y las acciones del tejido asociativo. En este caso, se trataba de revalidar y profundizar en el ambicioso tema de proyectar una escuela del saber común.
Arrancamos la mañana con la acogida de las anfitrionas que nos recibieron con café, enfiladas y bizcochos. El Atelier dinamizó la presentación informal de las personas participantes y tuvimos unas palabras del grupo motor, el alcalde de Valdés, Oscar Pérez Suárez y el director general de Servicios Sociales y Mayores, Enrique Nuño.Se destacó el papel de las asociaciones en la vida de los pueblos y la necesidad de visibilizar su trabajo.
A continuación y de manera simbólica, plantamos tres camelias y pasamos a abordar el trabajo en grupos. Nos centramos en acordar el significado de los tres conceptos contenidos en el mandato de la asamblea de asociaciones: escuela de saber común, custodia del territorio y rural vivo. La idea fue extraer una reflexión y un marco conceptual para posteriormente comenzar a concretar algunos de los propósitos, los procesos y las acciones.
La labor fue intensa y muy participativa. A modo de principales conclusiones podríamos destacar la importancia de seguir trabajando en red, inventariando, mapeando y conociendo experiencias inspiradoras enmarcadas en las líneas esbozadas en la filosofía de la escuela. Siempre desde la horizontalidad y la inclusión y apelando a la responsabilidad individual y colectiva, visibilizando y fortaleciendo el tejido asociativo sin perder de vista las buenas prácticas del saber tradicional. Conjugando la innovación para construir alternativas que fomenten la cohesión, la intergeneracionalidad y el buen vivir, manteniendo la itinerancia y reforzando el conocimiento mutuo. Os dejamos el documento de relatoría y sistematización.
Cerramos la mañana con una rueda de entrega de bolas semillas elaboradas por el alumnado del colegio Edes con materiales de la Finca El Cabillón. Nos concentramos en insuflar el espíritu de la reunión para cultivarlo durante estos meses hasta el siguiente encuentro y llevarnos el germen de lo sembrado en Busto al resto de la comarca. Palabras poderosas como motivación, esperanza, ilusión, conexión o futuro volaron sobre el proyecto de la escuela del saber común.
Seguiremos trabajando para concretar los siguientes pasos, en esa ocasión será en la sede de la Asociación de Mujeres de Serantes el 4 de noviembre. Hasta entonces, el grupo motor tiene la importante tarea de ir avanzando en la construcción de este precioso proyecto.
Porque en nuestra comarca no nos conformamos con sobre-vivir, tenemos la convicción de que vivir en el rural es una SÚPER-VIVENCIA.